Y en esta vida, eso es lo que tenemos: el problema del sufrimiento, un llamado a la Convicción, y la evidencia para alentar esa Confianza. Pero la historia no termina allí. Hagamos una última parada en nuestro tour de la Biblia: el volumen de Cataclismo.

Adicionalmente, a la luz del evangelio del buen samaritano y del pleito final, Jesús nos enseña que, en el programa mesiánico del Reino de Dios, el mundo del sufrimiento tiene otra finalidad caudal: invocar al mundo del aprecio. Se esconde un ocultación de valiosísima dignidad en el que sufre y en el que se le acerca. Ahí se descubre —en plena desnudez y despojo— que cada hombre vale no por las cosas que tiene, sino por lo que es, porque es inmensamente amado por Dios.

Ese es el fin del sufrimiento. Y es el fin del pecado, porque en el cielo nuevo y en la tierra nueva «no entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el tomo de la vida del Cordero» (Ap. 21:27). Como lo expresa Don Carson:

Jesús quiere que sean conscientes de los posibles costos personales de predicar el evangelio en medio del sufrimiento.

Lo que nos lleva a una cuarta enseñanza del texto de Job acerca del sufrimiento: nuestro trabajo no es entender, sino confiar. Las lecciones que hemos conocido hasta ahora provienen de una perspectiva conveniente omnisciente. Pero piensa en todo esto desde la perspectiva de Job. Estaría completamente en la oscuridad en cuanto a por qué esto estaba sucediendo.

– Memorar que el sufrimiento no es en vano y dejarlo en dios en que Dios puede usar nuestros sufrimientos para su cielo y nuestro crecimiento espiritual.

La esperanza que tienes en Dios por el poder del Espíritu Santo llenará de alegría y paz tu corazón. Es tanta que repararás deseos de saltar. Recuerda actualmente las promesas lindas que encuentras en la Palabra de Dios y permite que renueven tus fuerzas y te llenen de paz.

La próxima entrada en la Semana Santa es el inicio de la gran escuela de sufrimiento y abre un camino que nos permite releer nuestro sufrimiento. Una bella reflexión de Luisa Restrepo

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A pesar de las dificultades y el sufrimiento que podrían contraponer, es crucial recordar que check here valen más que cualquier cosa en este mundo, pues Dios cuida sus vidas desde los cabellos de su vanguardia hasta el último detalle.

La esperanza es un sentimiento poderoso que nos impulsa a creer en cosas que aún no hemos pasado, confiando en la promesa de Dios.

Pero no a una Seguridad ciega que confía simplemente por fiarse, sino a una Convicción fundamentada en la evidencia de la obra de Dios en este mundo. Y es precisamente esa clase de Certidumbre el objetivo de esta clase.

El lado de alegría y agradecimiento de la ecuación es maravilloso. Escasamente hay una página en los cuatro evangelios que no da prueba de la compasión de Jesús, ya que los enfermos fueron sanados y los muertos resucitados.